Cuando menos lo esperábamos, estamos viviendo uno de los momentos más bajos de la cotización del petróleo en más de un año. Rondando los 75 dólares por barril, el precio del petróleo ha caído sensiblemente desde finales de 2022 y se encuentra muy lejos de unos precios que rompieron, con mucho, la barrera de los 100 dólares/barril. ¿Estamos ante una nueva subida?

150 dólares. Enero de 2022, el precio del barril de Brent se compraba alrededor de 85 dólares/barril. Poco después, el precio se disparó y rompió la barrera de los 100 dólares/barril. Era su máximo desde 2014 y, lo peor de todo, es que los analistas no veían el techo. Ese mismo mes de febrero llegó a deslizarse la idea entre los expertos de que se podían alcanzar los 150 dólares/barril

Por suerte, los peores pronósticos no se cumplieron pero no se quedaron demasiado lejos. Si echamos la vista para atrás comprobamos que en marzo de 2022, el petróleo alcanzó un máximo de 129,49 euros. Con la subida de gas, estábamos ante la peor crisis energética desde 1973. Por supuesto, la Guerra de Ucrania era ya omnipresente en todas las subidas de precios

73,06 dólares. Es lo que marca la cotización del barril de Brent en este momento. Una caída en el precio que ha sido más o menos constante desde el pasado mes de junio de 2022, cuando la cotización todavía se encontraba por encima de los 120 dólares/barril.

Hasta hace un par de semanas, la cotización del barril, pese a todo, no había caído por debajo de los 80 dólares/unidad, en un estancamiento que duraba desde diciembre. Sin embargo, la tendencia se ha roto, el precio ha caído y, pese a todo, algunas voces ya empiezan a alertar de que no estamos más que ante un momento bisagra

Según los analistas consultados, la caída que se ha experimentado el petróleo entre el nueve y el veinte de marzo está íntimamente ligada a la caída de las cotizaciones bancarias, levantando un escenario sombrío en un contexto en el que los inversores ya estaban desanimados

Podemos estar ante un nuevo repunte. Lo que también defienden desde el diario económico es que estamos en un escenario que anima a un brusco repunte. Sus expertos aseguran que las turbulencias vividas en las bolsas durante las últimas semanas son meramente temporales y que los inversores volverán a recuperar la confianza en los mercados.

A estas opiniones puramente conjeturales, suman la idea del impacto que tendrá China en la aceleración de la economía mundial. Sus continuos cierres han provocado que su impacto en 2021 y 2022 fuera limitado pero esperan que 2023 sea el año en el que el gigante asiático vuelva a tomar fuerza y anime, de nuevo, la demanda de petróleo