El Salvador tuvo su intervención en la jornada vespertina del primer día de la 78 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde el presidente Bukele, defendió el plan de seguridad instaurado durante su administración a pesar de los cuestionamientos por violaciones a los derechos humanos por parte de la comunidad internacional.

En su discurso en la ONU, Bukele expresó que El Salvador ya no es «la capital mundial de la muerte» sino que se convirtió en «un referente en seguridad y los resultados son irrefutables» luego de utilizar un método propio «diseñado para nuestra realidad».

En su intervención, el mandatario salvadoreño dijo que «ningún país tiene el derecho de imponer sus formas, menos si estas no funcionan en sus propios países». No nos equivocamos, sino que tuvimos un éxito profundo. No nos equivocamos, no hay ninguna receta o fórmula que funcione para todos por igual. Hay que tener el valor de hacer lo que se debe de hacer aún y cuando otros te critiquen».

El gobernante salvadoreño también mencionó que «amparados por agentes extranjeros le dimos el poder a la derecha y luego amparados por entes extranjeros se le dio a la izquierda. y así estuvimos por 30 años de posguerra. Todo eso se hizo con la anuencia de quienes se dijeron que eran defensores de los derechos humanos, pero no nos daban la medicina, sino que un veneno. Pero esta vez rechazamos el veneno y tomamos nuestra propia receta. Creamos nuestro propio método. Uno diseñado para nuestra realidad.

Luego el pueblo nos dio dos votos de confianza: cuando me eligieron como su presidente y luego cuando nos dieron, a través del órgano legislativo, la gobernabilidad».